Perfecto comienzo de año 2007.

A pesar de que la dichosa lata de uvas pretendía aguarme el año (ya que sólo contenía 11 uvas) no lo logró, ya que como fuimos previsoras teníamos una lata de sobras.
Se podría decir que comencé el año a cuatro patas… (pero sin ninguna connotación sexual ¡¡¡mal pensados/as!!!!). Todo tiene su explicación, completamente concentrada para no equivocarme y tomar cada uva en el momento que corresponde, de repente y a falta de las dos últimas campanadas una de las uvas se desliza de mi plato recorriendo medio salón. Pensando en lo que me puede deparar tal error me tiro en plancha a capturarla… y de repente cuando me levanto me doy cuenta de que la última uva ha desaparecido también. Gracias a mi habilidad y rapidez logro capturarla y comérmela antes de que la última campanada suene ¡¡¡ESTE AÑO VA A SER MI AÑO, ESTOY SEGURA!!!

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